STUDLEY PARK HOUSE:

 52 Lodges Road, Narellan, Cumberland, Nueva Gales del sur, Australia.

En 1888, el empresario William Charles Payne compró una propiedad de 200 acres, en 1889 mando a construir la mansión como regalo para su prometida, también construyeron un granero, los establos y una casa de máquinas donde había un motor a vapor que daba electricidad a toda la casa.
El edificio de dos plantas tenía tres chimeneas dobles y 3 sótanos. En la planta baja estaba un vestíbulo, una escalera, un salón, un comedor, una biblioteca, una cocina, un lavadero, un aseo y una cámara acorazada.
En el primer piso había 8 habitaciones, 2 terrazas, un vestíbulo y una torre que ofrecía grandes vistas de la zona.

La opulenta mansión y su afición al juego, hiso que  tuviera demasiadas deudas como para seguir afrontando el gasto de dicha propiedad, cuando estaba en la bancarrota se la vendió al propio arquitecto que diseñó la casa, Francis Buckle.

El señor Buckle a los pocos años decidió venderla. No se sentía cómodo, decidió cerrar la venta a favor de un tal doctor Henry Oliver, el director de la escuela secundaria The Camden Grammar School, que pensó que sería un lugar ideal para que sus alumnos pasaran las vacaciones, esto ocurría  en 1902.

Fue un 15 de octubre de 1909, cuando Ray Blackstone, de 14 años, se fue a nadar a la presa cercana a la casa junto a cinco amigos del internado, a pesar que les dijeron muchas veces el peligro de ir a nadar a ese lugar. Fue una mala idea, porque el muchacho terminó ahogándose. Las autoridades y los familiares decidieron que el cuerpo se quedara en el sótano de Studley Park House, a la espera del entierro. Esta fue la primera tragedia.
Se dice que su espíritu regresó a la mansión, buscando consuelo en el lugar que una vez llamó hogar. Su presencia se siente a menudo cerca de la entrada de la casa, donde los visitantes han informado de que sienten una mano invisible que los roza. 

Fue durante el año 1919 cuando Studley Park pasa de propietario en propietario sin que nadie dure demasiado viviendo en esta casa. Se dice que es fría y desapacible, que produce tristeza y malestar. Primero la compró el reverendo Charles Herbert Palmer, más tarde, pasó a ser propiedad de un miembro del parlamento de Sídney, William Bede Dalley.
Meses después, este político la abandonó para iniciar los trámites de venta a favor de Arthur Gregory, gerente de ventas de la Twentieth Century Fox Australia. Compró la casa en 1933 y contrató a unos constructores  para llevar a cabo renovaciones. La casa se transformó en un parque infantil y un club de campo, y en 1937, se amplió el campo de golf.

Fue durante este año cuando sucedió algo que nadie pudo explicar. Durante una de esas semanas en que la casa estaba vacía a la espera de la llegada de un nuevo propietario, algún desalmado secuestró a una niña para violarla y asesinarla en el piso superior de la casa. Se llamaba Amelia y tenía ocho años. Nunca pudieron coger al (o los), asesinos.
Desde entonces, los fenómenos extraños siempre han dominado la casa. Muchos la describen con un rostro triste, tan desencajado por el miedo y el dolor que la gente no puede evitar salir corriendo al verla. Se la ve deambulando por los jardines o de pie junto a la escalera principal.

En 1939,el 23 de septiembre, la tragedia golpeó al señor Arthur Gregory, cuando su hijo pequeño Noel Gregory falleció en la mansión a causa de una peritonitis o apendicitis, a los 13 años.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Studley Park se reanudó como la Escuela de Entrenamiento del Comando Este para el Ejército. La casa fue utilizada como alojamiento de oficiales. 

En mayo de 1942, el soldado Gordon Spencer Evans, de 22 años, estaba con otros 10 hombres en un barco en la misma presa haciendo maniobras nocturnas, simulando explosiones. Sin embargo, un remo del barco se enredó en el artefacto explosivo y voló a los hombres en el barco. El Ejército bloqueó toda investigación del accidente debido a la censura en tiempo de guerra. 
En 1948, las Fuerzas Militares Ciudadanas, más tarde la Reserva del Ejército, tomaron el control de la propiedad.

En 1984, el ejército vendió Studley Park House a Charles Northan, quien la abandonó en 1994. Permaneció vacante hasta que fue comprado por el Camden Golf Club en 1996. 

En 2009, la casa fue vendida a Moral Group, y el terreno del campo de golf fue transferido al cuidado, control y gestión del Ayuntamiento de Camden. El Grupo Moran planea convertir la casa en un complejo hotelero y residencial y presentó una solicitud de desarrollo en 2023.

Las historias de actividad fantasmal son numerosas, y muchos afirman haber visto figuras espectrales y experimentado fenómenos escalofriantes en la propiedad. Uno de los avistamientos más frecuentes involucra una figura sombría que aparece en las ventanas de los pisos superiores de la mansión. Los testigos describen haber visto a un hombre con ropa de la época victoriana mirando hacia afuera, con el rostro demacrado e inexpresivo, antes de desaparecer como si nunca hubiera estado allí.

En los pasillos de la mansión, los visitantes con frecuencia informan que escuchan pasos inexplicables que resuenan en la casa, incluso cuando están completamente solos. Estos sonidos a menudo van acompañados de susurros débiles. Algunos incluso han escuchado el suave sollozo de una mujer, que resuena débilmente a través de las habitaciones, lo que se suma a la sensación de melancolía que impregna la casa.

También hay historias de una antigua directora de la época en que la casa servía como escuela. Se dice que su comportamiento estricto y su sentido de la disciplina dejaron una fuerte huella en la mansión. Algunos creen que su espíritu todavía vaga por los pasillos, vigilando el edificio como si todavía fuera su responsabilidad mantener el orden dentro de sus paredes.

Una leyenda involucra a un hombre que una vez vivió en la casa y murió en circunstancias misteriosas. Según la tradición local, su espíritu persiste en el sótano, donde encontró su prematuro final. Aquellos que se han aventurado en esta parte oscura de la mansión a menudo informan de una sensación pesada y opresiva. 

Desde el exterior, es muy frecuente por ejemplo ver luces en el interior de la casa, a veces tan intensas que acaban llamando a los bomberos. Pero nunca encuentran fuego. Solo frío, habitaciones vacías donde se respira la angustia y un desasosiego que nadie puede explicar.  

Se dice, que en el 2010 una empresa constructora dejó el trabajo de reconstrucción del techo por no resistir más los fenómenos extraños que allí acontecían. Dos años después, un equipo de bomberos acudió porque se veía fuego en su interior. Sin embargo, cuando entraron no había nada. Ningún incendio, solo una soga colgando del salón principal.

A esta casa acuden numerosos programas de televisión y radio, a menudo para realizar investigaciones en vivo, obteniendo casi siempre escalofriantes psicofonías de voces infantiles pidiendo ayuda. Gimiendo, llorando…
Un investigador informó que grabó a una psicofonía en el salón principal de la mansión que decía claramente: "Ven a jugar", que se cree que es la voz de la niña que se ve a menudo en la escalera. Otros han experimentado descensos bruscos de temperatura en el mismo lugar, lo que atribuyen a su presencia. Las fotografías tomadas dentro de la casa con frecuencia revelan formas brumosas, orbes de luz y figuras sombrías que no eran visibles a simple vista.

Studley Park House es más que un edificio histórico; Es un lugar donde los espíritus de los antiguos residentes aún pueden caminar por los pasillos que una vez llamaron hogar. Esta antigua mansión en uno de los lugares más misteriosos e intrigantes de Melbourne. Su legado embrujado permanece, un testimonio silencioso de las vidas que se vivieron, y se perdieron, dentro de sus muros.