HOTEL DON CESAR:

3400 Gulf Boulevard, St. Petersburg Beach, Tampa, Florida.

Fue construido por Thomas Rowe, un arquitecto de Nueva York que llegó a Florida por problemas de salud en 1924,  padecía de asma y tenía el corazón débil. El 16 de enero de 1928 se inauguró el hotel. También llamado palacio rosa o Pink Lady.

Muchas personas famosas han visitado este complejo, entre ellos: Franklin D. Roosevelt, Al Capone, Jimmy Carter, George Bush, Bill Clinton y Sophia Loren.

Varias películas han sido grabadas en este hotel, entre ellas está la película Health de Robert Altman; Thunder in Paradise fue filmada en abril de 1993;  Forever Mine de 1999 y  The Infiltrator del 2016.

Este hotel es conocido por su actividad paranormal, algunos sienten extrañas sensaciones y ruidos espeluznantes que escuchan durante su visita, se pueden atribuir al hecho de que el complejo fue comprado por el ejército en 1942 y convertido en un hospital militar. Las elegantes habitaciones del hotel se convirtieron en pabellones, quirófanos y morgues. Muchos soldados murieron en el hotel, y algunos de sus espíritus pueden permanecer allí. Los huéspedes y el personal han informado de haber oído gemidos, gritos y pasos en los pasillos, especialmente en el quinto piso, donde se trataba a los pacientes más gravemente heridos. Algunos también han visto apariciones de soldados y enfermeras, vestidos con sus uniformes y cumpliendo con sus deberes.  

En 1944 fue centro de convalecencia del cuerpo aéreo del ejército. En 1945 quedó para las oficinas de administración de veteranos. 

Durante el tiempo que se mantuvo abandonado y en estado ruinoso, comenzaron a circular historias de luces que brillaban a través de las ventanas tapiadas y rumores de apariciones fantasmales.

En 1972 la Administración de Servicios Generales de los Estados Unidos anunció su intención de demoler el viejo edificio, pero al final se vendió y abrió sus puertas de nuevo en 1973.

Fue colocado en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1975. Hoy en día sigue siendo un refugio para los ricos y famosos, ya que se ha convertido en un hotel de 4 estrellas.

El fantasma más famoso del hotel es su propietario original, Thomas Rowe. En la década de 1890 Rowe era un estudiante de arquitectura en Londres. Asistió a una ópera donde una bella dama llamada Lucinda de Guzmán cantó uno de los papeles principales. Se dice que inmediatamente se enamoró de Lucinda. 

Desafortunadamente para la joven pareja, los padres de Lucinda que eran de la nobleza española no aprobaron la relación, ya que él, aparte de que era de una religión distinta a la de ellos, no lo veían de su estatus. Los padres de Lucinda descubrieron el plan que tenían, iban a contratar un chofer y un carruaje, se casarían y comprarían unos billetes para escaparse juntos a América, así que rápidamente escoltaron a su hija de regreso a España. 
Ambos prometieron que se escribirían, pero las cartas de Thomas eran interceptadas por los sirvientes y siempre le eran devueltas sin abrir. 

Con el paso de los años, llegó una carta con matasellos inglés que desgarró de nuevo a Thomas Rowe. En el interior del sobre había un recorte de periódico que anunciaba la muerte de Lucinda. También había una nota dirigida a: «Mi amado Don CeSar». La nota rogaba a Thomas que perdonara a sus padres españoles y prometía un amor continuo e inmortal. 

Se cree que la posible causa de la muerte de Lucinda fue su corazón roto.

Thomas Rowe murió el 2 de mayo de 1940 de un ataque al corazón en el vestíbulo del hotel pero falleció 3 días más tarde en su habitación, a los 67 años. El hotel pasó a manos de su esposa Mary Lucille, hija de un rico terrateniente y ex violinista de la  Sinfónica de Norfolk, de la que estaba separado, ella tenía poco interés en sus negocios y tomó malas decisiones, lo que causó que el hotel fracasara ya que ni ella ni nadie se hiso cargo del hotel. Se dice que Rowe nunca ha salido del hotel en el que puso tanto amor, tiempo y sueños. Empleados e invitados durante años han reportado haber visto el fantasma de Rowe en el hotel. Muchos huéspedes han informado de haber visto a un hombre acercarse y saludarlos al entrar en el hotel para registrarse y luego este hombre sonriente simplemente desaparece ante sus ojos. Otros invitados y empleados han visto a su fantasma caminando por la playa todavía vestido con su característico traje blanco. A lo largo de los años, testigos han descrito verlo con un sombrero de Panamá y caminar en el vestíbulo o el jardín sosteniendo la mano de una hermosa mujer de pelo negro.

Se han escuchado sonidos extraños y golpes, y las puertas se abren solas. Se dice que el segundo y sexto piso están embrujados, y algunos huéspedes informan haber visto a una enfermera deambulando por los pasillos. A veces también se la ve cerca de las cocinas que antes eran la morgue del hospital. Uno de estos testigos fue un empleado de la limpieza, que caminaba por la vieja cocina a medianoche cuando se dio la vuelta y vio el espectro fantasmal de una enfermera con el uniforme completo de un cuerpo médico del ejército de los años 40 que lo observaba atentamente. Gritó y salió corriendo.

Durante la primera noche de trabajo de un nuevo lavaplatos nocturno, el recién llegado se tomó un descanso y cuando acabó de fumarse un cigarrillo, regresó a la vieja cocina y encontró todos los platos sucios perfectamente limpios y apilados en el medio del piso. El lavaplatos se alejó rápidamente de la cocina y nunca regresó.

Otro trabajador pasaba por delante del congelador cuando oyó que alguien golpeaba la puerta desde dentro. Pensó que era uno de sus compañeros de trabajo, un bromista. Cuando reunió el coraje para abrir la puerta del congelador, éste estaba vacío.

Los huéspedes también dicen que tienen la inquietante sensación de ser observados o de que alguien ha entrado en la habitación con ellos. Las luces se encienden y apagan sin explicación, y la gente abre las puertas después de oír como tocan, para no encontrar a nadie al otro lado. Esto le pasó a una empleada de limpieza que estaba limpiando el quinto piso, escuchó repetidamente que alguien tocaba la puerta de la habitación que estaba limpiando. Cuando abrió la puerta no había nadie allí, bajó las escaleras y descubrió que todas las demás empleadas de limpieza ya se habían ido. La empleada hasta el día de hoy se niega a limpiar ninguna habitación del quinto piso.

Los visitantes también han informado de avistamientos de otras apariciones, así como de un comportamiento irregular del ascensor. Una mujer dice que se despertó en la noche y vio a un hombre parado a los pies de su cama. En ese momento, pensó que alguien había entrado por error en su habitación, hasta que vio que el hombre simplemente desapareció. 

Una mañana, un recepcionista madrugador encontró a un huésped dormido en una silla del vestíbulo. Cuando el empleado se acercó, el huésped se despertó y enseguida informó: "La ducha se abrió cuando yo estaba dormido y no había nadie más en la habitación. Después de cerrar la ducha y volver a la cama, se abrió de nuevo, pero esta vez la puerta del baño se abrió sola. Después de eso, me vestí y bajé aquí.

Otra historia popular está asociado con una camarera fantasma llamada “Miss Leonore”. Se dice que deambula por el quinto piso del hotel, ordenando las habitaciones y, en ocasiones, sorprendiendo a los huéspedes con sus apariciones inesperadas. Algunos también han dicho haber oído risas y pasos misteriosos en pasillos vacíos.

Cuando una veterana recepcionista bajó a la cocina a buscar una bandeja con tazas y una tetera, se sorprendió al ver que, al regresar, las puertas se abrían solas ante ella. Al parecer, este incidente se repitió e incluso se vio en más de una ocasión.