LA CASA HALCYON:

3400 Prospect Street, Distrito de columbia, Georgetown, Washington.

Es una mansión construida en 1787 por Benjamín Stoddert, el primer Secretario de la Marina.  Transfirió la propiedad en 1802 a su hija, Elizabeth Ewell, y su esposo, Thomas, que abandonaron la casa en 1818.

Fue propiedad de varios individuos en el siglo XIX y se dice que sirvió como parte del Ferrocarril Subterráneo. 

Fue vendida en 1900 a Albert Adsit Clemons, sobrino de Mark Twain. Clemons creía que la expansión continua de la propiedad lo ayudaría de alguna manera a escapar de la muerte, procedió a hacer una gran variedad de cambios extraños en la casa durante 38 años, incluida la construcción de escaleras que no conducían a ninguna parte, la instalación de una variedad de trampillas secretas y la construcción de pequeñas habitaciones que no tenían ningún propósito, algunas de ellas tan pequeñas que no podían contener más que una mesa y una silla. Desafortunadamente la construcción no fue el secreto de la inmortalidad, y murió en 1938.  

Después de su muerte la casa estuvo abandonada por 4 años. Hasta que fue comprada por Dorothy W. Sterling, la esposa del embajador de Estados Unidos en Suecia.
En 1961 fue comprada por la universidad de Georgetown y utilizada como dormitorios para mujeres. Lo que vivieron tres jóvenes mujeres en esta casa fue tan aterrador que al año la vendieron.
En 1966 fue comprada por el arquitecto Edmund Dreyfuss y, a partir de 2009, fue ocupada por su hijo, el destacado escultor John Dreyfuss. 
En noviembre de 2011 se vendió a la doctora Sachiko Kuno y al Doctor Ryuji Ueno, que utiliza el edificio como sede de las ciencias, arte y emprendimiento sin fines de lucro, ayuda a los jóvenes emprendedores a desarrollar empresas amigables con la tecnología.

A mediados de 1800, durante la guerra Civil, el sótano de la casa, estaba conectado a un túnel que conducía al rio Potomac. Este túnel formaba parte del Ferrocarril Subterráneo y se utilizaba para esconder esclavos fugitivos que se dirigían al norte.
La leyenda dice que algunos de estos esclavos murieron en el sótano de la casa. Parece que sus fantasmas rondan esta zona y se pueden escuchar sus gritos y gemidos hasta el día de hoy. A principios del siglo XX la entrada a este túnel fue tapiada, pero esto no hiso que cesara la actividad.

Otros afirman que el fantasma de Benjamín Stoddert ha sido visto en las ventanas mirando hacia fuera, se le a escuchado caminando por la casa, sentado en una silla, o se le ha oído susurrando.  Si el trauma en la vida significa que el espíritu de uno persiste, podría ser la razón por la que su alma ha decidido no abandonar el hogar que construyó. Estableció un negocio naviero que cayó en tiempos difíciles. Cuando dejó su cargo como Secretario de Marina en 1801 se encontró casi en la indigencia y en 1813 murió arruinado.

También ha sido visto el espíritu de Clemens. La electricidad, cuando se instaló, nunca ha  funcionado correctamente. Las puertas y ventanas a menudo se encuentran abiertas, un grabado que estaba colgado en la pared se caía al suelo con regularidad. A menudo se escuchaban pasos y ruidos extraños, y se han visto luces saliendo del ático de la casa.

El espíritu de una mujer también ha sido visto en una ventana de arriba. Un niño de seis años afirmó que una mujer con frecuencia lo despertaba por la noche.

Otro caso es el de Bill Stearman, un veterano de la Marina de Estados Unidos que tomó un apartamento en la casa en octubre de 1967 después de regresar de un período de servicio en Vietnam. El inquilino que estuvo antes que él, era un profesor de la Universidad de Georgetown que se había ido a toda prisa después de haber sido sacado de la cama por una especie de poltergeist.
Poco después de mudarse al apartamento, Bill estaba cenando con un amigo cuando escucharon un fuerte ruido en su habitación, cogió su arma y subió las escaleras. No había nadie. 
Esa noche, justo antes de quedarse dormido, volvió a oír el ruido de las pisadas, en la habitación con él. Pero pronto cesaron y logró conciliar el sueño.
A partir de entonces la actividad se limitó a mover cosas, apareciendo y desapareciendo.  

La actividad más inusual fue reportada en la década de 1970. Se trata de tres sucesos separados de levitación que ocurrieron en el segundo piso, en el dormitorio principal. Un inquilino masculino y luego una invitada femenina en diferentes ocasiones, ambos se despertaron y descubrieron que estaban flotando sobre la cama en la que dormían. 
Por esa misma época, los cuidadores de la casa se despertaron en la misma habitación para descubrir que sus posiciones se habían invertido: sus cabezas estaban a los pies de la cama.

Otro de los testigos es Kirk Evans, creció en Georgetown y de niño jugaba en la casa Halcyon cada vez que podía, con sus hermanos y unos amigos, habían oído que estaba embrujada, y estaban fascinados por el lugar. 
El recuerdo más vívido fue ser perseguido por un par de perros guardianes que gruñían y ladraban. Le persiguieron hasta un matorral, donde prácticamente se orinó en los pantalones del miedo. Luego se fueron. Ni rastro ni sonido de ellos. Estaban a centímetros detrás de él y luego se hizo un silencio total y se quedó solo.