LA CASA DEL OCTAGONO:

1799 New York Avenue, Foggy Bottom, Washington Dc.

Fue construida en 1801 por el coronel John Tayloe III. Era político, hombre de negocios, pertenecía a la nobleza, uno de los primeros criadores de caballos pura sangre, fue considerado el hombre más rico de su época y era amigo cercano de George Washington  y fue él quien convenció a Tayloe para construir esta casa.
Hay algunas pruebas de que el patio trasero pudo haber servido como un mercado de esclavos y que en la parte trasera del edificio albergaban a sus esclavos.

Las apariciones y la presencia de fuerzas de otro mundo se han visto y sentido en muchos lugares de esta casa, en la escalera de caracol, el rellano del segundo piso, el tercer piso, el dormitorio del tercer piso y el jardín en la parte trasera. Entre los testigos han estado miembros del público y otros empleados contratados por el museo que posee la casa.
Hay numerosos informes de sucesos en la casa, la lámpara colgante en el pasillo principal se balancea por sí misma, hay un lugar al pie de la escalera principal que uno se ve obligado a evitar, y se informa de olores de alimentos cocinados provenientes de la cocina de abajo.

Se dice que dos de las hijas del coronel se aparecen, la primera murió antes de la Guerra de 1812. El coronel y su hija discutieron en el segundo piso sobre la relación de la hija con un oficial británico destinado en la ciudad. Cuando la hija se enfureció y bajó las escaleras, se cayó y murió. Su espectro se ve en la parte inferior de los escalones o cerca del rellano del segundo piso y a veces se exhibe como la luz de una vela que se mueve por la escalera.

La otra muerte sucedió en 1817 o poco después. La hija del coronel huyó con un joven, lo que enfureció a su padre. Al volver a casa para reconciliarse, tuvieron una discusión en el rellano del tercer piso. La hija cayó por las escaleras hasta su muerte, y se dice que su espectro aparece entre el segundo y tercer piso. Aunque no hay pruebas históricas de estas historias, es un hecho que de las siete hijas del matrimonio, tres murieron jóvenes: Ann a los un mes, Rebecca a los 18 y Elizabeth Mary a los 28 años.

En 1828 Tayloe III murió en la casa y su esposa Ann Ogle moriría también en la casa en 1855, después de su muerte la casa sirvió como escuela de niñas en la década de 1860, fue utilizada por el gobierno durante 1870 antes de que volviera a ser residencia para unas 10 familias. En 1890 el instituto americano de arquitectos compró la casa hasta que fue nombrado monumento nacional en 1960. 10 años después se convirtió en museo, pero estuvo cerrado durante 6 años desde 2007-2013.

También se cree que está embrujada por los espíritus de los esclavos afroamericanos que alguna vez vivieron allí. Cuando la casa tenía campanas para llamar a los sirvientes, los espíritus de los esclavos muertos anunciaban su presencia tocando estas campanas. Sonó por primera vez en la década de 1870. El general George D. Ramsay asistía a una cena cuando todas las campanas de la casa comenzaron a sonar. El general se apoderó de las campanas para evitar que sonaran, pero para sorpresa de todos no detuvo el timbre.
Virginia Tayloe Lewis, nieta de Tayloe III, creció en la casa y registró este recuerdo familiar en un manuscrito inédito: "Las campanas sonaron durante mucho tiempo después de la muerte de mi abuelo, los cables estaban cortados y seguían sonando... Nuestro sirviente del comedor subía las escaleras para preguntar si alguien tocaba el timbre, y nadie lo había hecho".

También se dice que otros espíritus permanecen en la casa, como el caso de Dolley Todd Madison que se ha visto cerca de la chimenea en el salón de baile principal y pasando a través de una puerta cerrada al jardín, la presencia de su fantasma se acompaña del olor de las lilas, su flor favorita. Fue la esposa de James Madison, presidente de los Estados Unidos de 1809 a 1817. Murió en su casa en 1849 a los 81 años. Primero fue enterrada en el Cementerio del Congreso, Washington, pero más tarde fue enterrada de nuevo en Montpelier junto a su marido.

El primer registro de una aparición de esta primera dama es de 1912.

Una chica esclava en la casa fue arrojada desde el tercer piso aterrizando en el primer piso. Testigos presenciales han informado de haber oído su grito.

Otro caso es el de un médico, que en 1949 había hecho una visita domiciliaria a la casa, en las escaleras vio a un hombre vestido con un uniforme militar de principios de 1800.
Un hombre de mantenimiento de la década de 1970 estaba trabajando en la casa hasta altas horas de la noche, entre el primer y el segundo piso, y vio a un hombre vestido con ropa negra oscura, de finales del siglo XIX, y un sombrero alto subir las escaleras. El hombre de negro se quitó el sombrero, pasó junto al encargado de mantenimiento y desapareció.
En 1981, otro hombre de mantenimiento estaba en el rellano del segundo piso una noche y escuchó un ruido en el primer piso. Cuando miró por encima de la barandilla, vio a un hombre vestido de negro que caminaba por el pasillo de la escalera. 

Un jugador de cartas asesinado por un granjero que perdió su dinero supuestamente por trampas, le disparó en el dormitorio del tercer piso de la casa a finales del siglo XIX, a veces se le ha visto en la cama en la que murió y se a oído sonar la campana que toco durante su agonía pidiendo ayuda. Los lacayos fantasmales se han visto en la puerta principal esperando recibir a los huéspedes. Y varios testigos también han reportado haber oído varios gemidos, gritos y pasos.

En 1888, según se informa, doce hombres decidieron pasar una noche en la casa para expulsar a los fantasmas o demostrar que las leyendas estaban equivocadas. Las horas transcurrieron tranquilamente. El grupo se dispersó de la buhardilla a la bodega. A la medianoche, cuando 3 personas cruzaban el umbral de una habitación en el segundo piso, tres gritos femeninos se elevaron desde el centro de la habitación, donde no había nadie. Durante las últimas horas de la noche se escucharon el tintineo de los sables y el ruido de las pisadas. Horrorizados se pusieron de pie, demasiado valientes para desertar, pero cobardes de corazón, contemplaron el amanecer de la mañana, y cada uno de ellos dio gracias a Dios de que su noche entre fantasmas había pasado. 

En 1982 hubo un informe de que la policía había estado involucrada en algunos problemas con el octágono, en el que por la noche, cuando todos los empleados se habían ido a casa y la casa había sido cerrada herméticamente, alrededor de las 10, 11 de la noche la policía iría por el frente, encontrándose la puerta abierta, algunas ventanas del piso de arriba estaban abiertas con cortinas volando, y eso sucedió varias veces.

Una persona informó haber escuchado lo que describió como la voz de una mujer, una especie de gemido bajo, repetido dos veces, no era una palabra, solo un sonido gutural.  
Una ex secretaria dijo que escuchó lo que sonaba como el roce de la tela de las faldas que subían por la escalera. También informó que entró en la cocina y vio un espectro blanco al otro lado de la chimenea.
Un pasante que trabajaba en el museo una noche tenía un Labrador negro con él. Llevó al perro al sótano, y cuando llegaron al pie de las escaleras, el perro comenzó a gruñir, se abalanzó sobre el único punto de luz de la habitación y se sentó allí encogido hasta que volvieron a subir las escaleras.
Una docente informó haber visto una forma blanca moverse frente a la chimenea en el salón durante uno de sus recorridos.