STURDIVANT HALL:

713 Mabry Street, Selma, Dallas, Alabama.

También conocido como Watts-Parkman-Gillman Home. Su construcción comenzó en 1852 y fue terminado en 1856, con 10 habitaciones y 6.000 pies cuadrados, fue diseñado por Thomas Helm Lee para el coronel Edward T Watts. Vivió en la casa con su familia hasta 1864.

La casa fue comprada a Watts por John McGee Parkman, un banquero local, el 12 de febrero de 1864. Parkman a los 28 años fue nombrado presidente del Primer Banco Nacional de Selma. Justo después de convertirse en presidente del banco, Parkman, junto con otros banqueros de la comunidad, especuló con el algodón, con dinero de inversión, algunos dicen que con depósitos federales. Dos años más tarde, en 1866, esta inversión en algodón resultó ser un desastre total. John no solo perdió su propia fortuna, sino que fue acusado de malversación de fondos, fue arrestado y encarcelado en la cárcel del condado de Cahaba en 1866.

El 23 de mayo de 1867, se puso en marcha un plan para sacarlo de la cárcel y llevarlo a un barco a un lugar seguro. Se planeó una celebración de Mardi Gras frente a la cárcel, y la mayoría de los guardias fueron sobornados para que miraran hacia otro lado.
Su plan funcionó hasta el mismo momento en que estaba a punto de subirse al bote de remos, cuando un guardia que no fue sobornado lo vio. En lugar de detenerlo le disparó.
Parkman fue alcanzado por la bala, cayó al agua y se ahogó.

Hemos escuchado historias de que fue enterrado en el huerto, en la parte de atrás de la casa, pero eso no es cierto. También hay una historia de que nunca encontraron el cuerpo  y eso tampoco es cierto. Está enterrado en el cementerio de Live Oak.

Su mujer Sarah Joanna Norris Parkman y las hijas permanecieron en la casa todo el tiempo que pudieron manejar las dificultades financieras, pero se vieron obligadas a venderla. Fue vendida en una subasta en enero de 1870 a Emile Gilman, un destacado comerciante de Selma. La familia Gilman fue propietaria de la casa hasta 1957, cuando fue vendida a la ciudad de Selma. El dinero utilizado para comprar la propiedad proviene del patrimonio de Robert Daniel Sturdivant, con la condición de que la casa adosada y sus terrenos se convirtieran en un museo.

Hoy en día es un museo histórico, con su colección de muñecas de porcelanas, obras de arte y muebles antiguos. Fue agregada al Registro Nacional de Lugares Históricos el 29 de junio de 1972. 

Al fantasma de Parkman se le ha visto merodeando por el pórtico lateral, observando su propiedad desde las ventanas de la cúpula, en el dormitorio, en el salón, en la casa de atrás y en el huerto. Cuando Parkman fue arrestado en su casa, juró no abandonarla hasta que su nombre quedara limpio de delitos, eso nunca ocurrió, por lo que su espíritu aún reside en su casa.
Un voluntario que estaba a cargo de un puesto de eventos en una recaudación de fondos, vio su aparición transparente vestida con un abrigo y un sombrero de copas, flotando por el salón antes de desaparecer.

Las puertas se abren espontáneamente, los visitantes han visto como las sillas se balancean, los pestillos se abren solos llegando a activar las alarmas del edificio por la noche, bajadas de temperatura en habitaciones, se escuchan pasos en el segundo piso que se paran siempre cuando llegan a las escaleras. En la casa detrás de la mansión los objetos se mueven y los cuadros de las paredes se tuercen.

Tanto las persianas como las ventanas se cierran antes de que se cierre el museo. Se contrató a una persona de seguridad para asegurarse de que se hiciera. Sin embargo, todas las mañanas las persianas aparecían abiertas, solo se pueden abrir desde el interior.
La misma persona de seguridad también revisó las habitaciones. A veces, una habitación cálida que estaba revisando de repente se volvía gélida. Esta frialdad repentina también ha sido reportada por otros empleados.

También han visto a dos niñas al pie de la ventana del piso de arriba y algún testigo cuenta como han visto salir humo de esta misma ventana, pero al llegar los bomberos, el humo se detuvo sin dejar ninguna señal y las ventanas estaban cerradas herméticamente. Se supone que son las hijas de Parkman, Marie y Emily.

Un hombre, que era nuevo en la ciudad, fue contratado para fumigar en la mansión en busca de plagas. Después de subir las escaleras para comenzar la fumigación, pero salió corriendo desde el segundo piso por la escalera principal. Dijo que una presencia invisible en el dormitorio más cercano a las escaleras, casi lo empujó al suelo.

Los espíritus que residen aquí no son tímidos a la hora de interactuar con los vivos, como si todavía estuvieran vivos. Se sienten cómodos con todos los muebles de finales de 1800 y los docentes, el personal y los visitantes pueden dar testimonio de la existencia de estos espíritus.