HOTEL COPPER QUEEN:

11 Howell Avenue, Bisbee, Arizona.

hotel copper queen
La construcción comenzó en 1898 y se completó en 1902. Fue construido por la Compañía Minera Phelps Dodge como un lugar para inversores, así como para dignatarios que visitaban la mina de cobre cercana. La construcción no fue muy fácil, ya que tuvieron que volar en grandes porciones la ladera de la montaña.

El hotel que es el más antiguo de Arizona en funcionamiento continuo, ha experimentado muchos cambios a lo largo de los años, el original tenía 73 habitaciones con un baño compartido en cada piso y tenía un edificio mercantil, en el patio adyacente, al otro lado de la calle.

El hotel tiene 5 pisos, pero el quinto piso solo contiene la mecánica del ascensor, tenía un estacionamiento, pero en la década de 1970, los propietarios decidieron que una piscina beneficiaría mejor al hotel y a sus huéspedes en lugar de un estacionamiento. 

Las minas de cobre se cerraron en 1975, pero la ciudad siguió siendo popular entre los turistas debido al encanto histórico del viejo oeste. 

El hotel ha sido modernizado un par de veces, ahora cuenta con 48 habitaciones, todas con baño propio. Hay 5 habitaciones más en el patio, adyacentes al hotel.  Dos de las habitaciones han sido nombradas en honor a sus residentes fantasmales, la 412 es la de Billy.

Según los informes, hay varios fantasmas residentes en el hotel. Uno es un caballero mayor, conocido como Albert o el fumador, es alto, tiene el pelo largo y barba. Por lo general, se lo ve con un sombrero de copa y una capa negra. Los invitados y el personal han afirmado oler el aroma del cigarro antes o después de verlo. Aparece principalmente en la puerta y a veces, como una sombra en las habitaciones que se encuentran en el cuarto piso.

El segundo fantasma, y quizás el más famoso, es el de una mujer de unos 30 años llamada Julia Lowell. Durante la década entre 1920 y 1930, la prostitución era legal. Se dice que ella era una prostituta y que usó la habitación 315 para estar con sus clientes. Se enamoró de uno de ellos, que estaba casado, él disfrutaba de su compañía pero no sentía lo mismo por ella. Creía que no era lo suficientemente buena como para casarse. Cuando le dijo esto, Julia se quitó la vida ahorcándose en el pasillo fuera de su habitación. Los huéspedes y el personal dicen que sienten su presencia en el segundo y tercer piso del lado oeste del edificio. El personal masculino y los invitados informaron haber escuchado una voz femenina susurrando en sus oídos. Otros también informaron haberla visto bailar provocativamente, e incluso que sus sábanas y mantas fueron tiradas hacia atrás, dejando al descubierto sus pies, y sentían como si alguien los frotara o les hiciera cosquillas. Como homenaje a ella, la habitación 315 lleva su nombre.

billy
El tercer fantasmas es también el más joven, es un niño pequeño llamado Billy, de unos 8 o 9 años. Era hijo de un trabajador del hotel. Según los informes, fue a nadar al río San Pedro. La fuerte corriente lo arrastró río abajo. La fuerza de la corriente resultó ser demasiado para el niño y se ahogó mientras luchaba por volver a la orilla. Su muerte fue una de las mayores tragedias en el Hotel, ya que era muy querido por el personal, que hoy en día le dejan juguetes a Billy, incluido un auto rojo de aspecto antiguo.

Los invitados han informado que el pequeño fantasma ha movido objetos en sus habitaciones. Otros informaron haber escuchado pasos en los pasillos y risitas, también se han perdido objetos por ejemplo algunos clientes han perdido los zapatos.

El fantasma del niño nunca ha sido visto por un adulto, solo escuchado, pero los niños que están en el comedor lo han visto debajo de sus mesas. La barman del hotel sintió como le daban un tirón de su ropa cuando no había nadie. 

La cuarta aparición es una mujer joven de pelo castaño rojizo que se apareció a un empleado en el comedor, llevaba un moño y una blusa de la década de 1900. Se le ha oído caminando y el sonido del arrastrar de la falda larga. Se le suele ver sólo de cintura para arriba.

Una quinta presencia es Howard un recepcionista de la década de 1910, los empleados lo notan parado detrás de ellos, mirando por encima de su hombro y sienten escalofríos.

Otra es una mujer con un traje de noche de color negro de principios de siglo, se la ve subir y bajar la gran escalera, cuando llega al comedor desaparece.

En una ocasión un empleado fue a cerrar las puertas y cuando volvió los muebles del salón habían sido movidos de sitio, todo en cuestión de 1 minuto. Se han grabado psicofonías y captado orbes, se han oído pasos de botas de hombre que suben y bajan por el pasillo del tercer piso, ruidos de cadenas en el suelo de madera y la cortina de un baño que se movía sola.

Los huéspedes y el personal han escuchado una variedad de ruidos extraños, como risas, llantos y susurros. Objetos que se mueven solos, puertas que se abren y cierran, luces que se encienden y apagan y objetos que desaparecen y reaparecen en otros lugares.
H
an experimentado sensaciones frías inexplicables, incluso en pleno verano, y también han sido testigos de objetos que se lanzan, golpes en las paredes y camas que se sacuden.

En una ocasión, un huésped se despertó en medio de la noche para encontrar a una mujer vestida de blanco sentada al borde de su cama. La mujer le dijo que estaba buscando a su hijo y luego desapareció en el aire. Otra historia es la de un grupo de huéspedes que escucharon risas y música de una habitación. Cuando abrieron la puerta, no había nadie dentro.

Los huéspedes registran sus encuentros con lo sobrenatural en diarios en la recepción, en los que se puede encontrar casos como que los aparatos dejan de funcionar, como cámaras de fotos, mando a distancia de la tele, también un peluche que le desapareció a una niña para luego aparecer donde estaba en un principio. 
Un niño de 9 años, escribió como mientras leía un libro, notó una respiración encima de su hombro.
Otros han contado que las monedas que dejaban sobre su escritorio desaparecían.
Incluso han visto al fantasma del pequeño Billy, saltando en el sofá del vestíbulo.
Una mujer relataba : Mi esposo y mi hija salieron de nuestra habitación y yo me metí en la ducha, cuando estaba dentro, escuché temblar la puerta del baño, pensé que me estaban gastando una broma. Cuando mi esposo y mi hija regresaron, dije: Muy gracioso, pero ellos juraron que no habían hecho nada para asustarme.
Hay casos muy variados, desde salir de la habitación dejando la puerta cerrada y al regresar encontrársela abierta de par en par, recibir llamadas de teléfono sin nadie al otro lado de la línea, una fotografía en la pared que se ha movido, objetos que ha caído al suelo del baño y misteriosos golpecitos en los hombros de los huéspedes por parte de seres invisibles.

Los expertos en fantasmas hacen visitas guiadas a los huéspedes a través de este viejo hotel, que está embrujado según se cree, por 16 entidades espirituales.