PLANTACIÓN MYRTLES:

En el número 61 de Highway de Saint Francisville, Los Ángeles, Luisiana, cerca de Baton Rouge.

PLANTACIÓN MYRTLES
Fue construida en 1796 por el general David Bradford y fue llamada Laurel Groove.

El general vivió solo en ella por varios años, hasta que su esposa y sus 5 hijos, que vivían en Pennsylvania, se trasladaron a vivir a la plantación. Bradford, que era abogado y Fiscal de Distrito, murió en 1808.

En 1817, un estudiante de leyes Clark Woodruff, se casó con una de las hijas de BradfordSara MathildaClark Sara dirigieron la plantación, la cual se encontraba en posesión de la viuda de BradfordElizabeth. Los Woodruff tuvieron tres hijos: Cornelia Gate, James Mary Octavia

Sara Bradford y dos de sus hijos murieron en 1823.

Se dice que en la propiedad hay un espejo a través del cual se pueden observar sus espíritus, quienes fueron asesinados por una esclava llamada Chloe, de 17 años, harta de los abusos sexuales de su amo, aprovechó un día que él estaba de viaje y asesinó en venganza a la dueña de la casa junto a sus dos hijos, poniendo veneno en un pastel que horneó para ellos. La idea era que enfermaran y entonces ella les daría una cura y demostraría su valor, pero no calculó las cantidades y murieron varios días después. Pero realmente murieron por un brote de fiebre amarilla, el veneno solo empeoró su estado. Cuando otros esclavos se enteraron de los crímenes, apuñalaron a Chloe y fue ahorcada en un árbol frente a la casa. 

Son muchos los que han asegurado verla recorrer los pasillos con un turbante verde, que lleva para ocultar la oreja que le falta, que fue cortada por su amo como castigo, al pillarla escuchando detrás de una puerta. 

Se dice que se oye el llanto o las risas de bebes, o niñas jugando y corriendo por los pasillos, mientras que algunos de los que se han atrevido a dormir ahí, aseguran que han despertado en medio de la noche siendo observados por la esclava. Otros dicen que durante el intranquilo sueño son molestados por extrañas presencias que intentan tirarlos de la cama, mientras inmóviles, son presas del pánico. Se dice que su espíritu también es responsable de robar pendientes de muchas de los huéspedes que suelen alojarse en la casa.

David Bradford

Cuando Elizabeth Bradford murió en 1831, Clark Woodruff y su hija Mary Octavia, se mudaron a Covington, Luisiana, dejando un encargado para administrar la plantación. 
En 1834 Woodruff vendió la plantación, el terreno y sus esclavos a Ruffin Gray StirlingWoodruff murió en 1851.

Stirling y su esposa, Mary Catherine Cobb comenzaron una extensa remodelación a la casa. Cuando la completaron, era casi el doble del tamaño de la casa original y su nombre fue cambiado a The Myrtles.

Clark Woodruff

Los Stirling tenían nueve niños, pero cinco murieron jóvenes. Stirling murió en 1854 dejando la plantación a su esposa, que en 1865, contrató a William Drew Winter para ayudarla en la plantación como su abogado y agente. Winter se casó con la hija de MarySarah Stirling. Ellos vivieron en la plantación y tuvieron seis hijos, muriendo uno de ellos, Kate, de fiebre tifoidea a la edad de tres años. Aunque los Winter fueron forzados a vender la plantación en 1868, la volvieron a comprar dos años después.

El 26 de enero de 1871, William Winter fue acribillado en el porche de su casa, posiblemente por un hombre llamado E.S Webber, después de ser herido, entró a la casa y murió tratando de subir las escaleras. Falleció en el escalón 17. Hasta el día de hoy, los visitantes y empleados del lugar, continúan oyendo sus últimos pasos.

Cuando Mary Cobb murió en 1880, la plantación pasó a Stephen, uno de sus hijos. Y él la vendió a Oran D. Brooks. La casa cambió de manos varias veces hasta que fue comprada finalmente por Harrison Milton Williams.

En los años 50, la casa fue vendida a Marjorie Munson, quien notó ciertas cosas extrañas que pasaban en el área que rodeaba a la casa. La plantación pasó por más dueños antes de ser comprada por James y Frances Kermeen Myers en 1980

Actualmente es un hotel que se llama The Myrtles Plantation Bed and Breakfast, que ofrece alojamiento, comida y tours históricos y de misterio. Tiene 22 habitaciones repartidas en dos pisos.

Durante la guerra civil los soldados de la unión saquearon la casa y se cree que al menos 3 de ellos fueron asesinados en ese evento. Al parecer sus almas todavía caminan por los pasillos de la casa en busca de venganza.

También suelen aparecer los espíritus de algunos de los esclavos que fallecieron en el lugar de causas y formas poco claras; tal vez sean ellos quienes toquen una tétrica melodía en el viejo piano, normalmente repitiendo el mismo acorde una y otra vez. A veces continúa durante la noche. Cuando alguien entra en la habitación para investigar el sonido, la música se detiene y solo vuelve a empezar cuando se van.

Otros fantasmas de la mansión incluyen a una mujer con una falda negra que flota a un pie del suelo y que se ve bailando con música que no puede ser oída por los vivos, así como el espectro de un capataz que fue asesinado en 1927 y el fantasma de una muchacha joven que suele merodear por la casa cuando una tormenta se acerca a la plantación.

Otras situaciones difíciles de explicar, son huellas de manos que aparecen en los espejos, objetos que cambian de lugar o que desaparecen, olores desagradables y extrañas fluctuaciones en la temperatura ambiente del lugar. Otros testigos aseguran haber visto a veces una vela flotante que se mueve lentamente por las escaleras.

Una empleada llamada Hester Eby, que llevaba más de 37 años trabajando en la casa, comentó lo siguiente: Desde el principio comencé a sentir unos escalofríos inexplicables en muchas dependencias de la casa y a veces sentía que era mejor no entrar a una habitación. También solía escuchar pasos y no había nadie y a veces solía oler un perfume muy dulce. Muchos invitados han oído el sonido de pasos en las escaleras y han visto la imagen de un hombre parado en la parte superior del pasillo. 

Parte de la película, El largo y cálido verano, fue grabada en la plantación. Un día, el equipo movió los muebles de la sala de juegos y el comedor para filmar y luego se fueron. Cuando regresaron,  todos los muebles habían sido trasladados a su posición original. No había nadie dentro de ninguna de las habitaciones mientras el equipo estaba ausente. Esto sucedió varias veces, aunque al final lograron obtener las tomas que necesitaban. 

Se contrató a un empleado para recibir a los invitados en la puerta de entrada. Un día, mientras él estaba en el trabajo, una mujer con un vestido blanco pasado de moda cruzó la puerta sin hablarle. Caminó hasta la casa y desapareció por la puerta principal sin siquiera abrirla. El portero renunció a su trabajo y nunca volvió a la casa.