HOTEL PROVINCIAL:
1024 Chartres Street, New Orleans.
Lo que hoy es el edificio 3, se usó como un jardín de hierbas medicinales que abasteció al Hospital Militar que se encuentra al final de la calle. Luego fue propiedad del Arzobispo de nueva Orleans, hasta 1820. Los nuevos propietarios construyeron una casa adosada y los cuartos de los esclavos en 1825. Se cree que también se usó como hospital confederado. Y la última restauración se completó en 1967, cuando lo compró la familia Dupepe.
El edificio 4, se construyó en 1830 y se usó como una tienda de venta al por menor y viviendas en el segundo piso. Era una ferretería, cuando la familia Dupepe la compró y restauró el edificio en 1964.
El edificio 5, está en un terreno que originalmente fue propiedad de las Monjas Ursulinas desde principios de 1700 hasta 1830. Aquí se construyó un hospital militar en 1722. Antoine Abat compró el terreno y el antiguo hospital en 1831, y luego vendió esta propiedad a Dominique Seghers, que hizo derribar el antiguo hospital y construyó dos casas. En 1848, estas mansiones fueron convertidas en uso comercial por el nuevo propietario Francoise Sambola, convirtiéndose en una pensión y cafetería. Ambas estructuras fueron probablemente utilizadas como Hospital de la Guerra Civil. Ambas mansiones se quemaron en el incendio de 1874. En 1916 fue reconstruido y en 1969 comprado por la familia Dupepe.
Se dice que es común que el personal e invitados experimenten flashbacks y apariciones de soldados sangrientos.
El edificio 5 parece ser el más encantado, han visto soldados sangrientos que gemían de dolor, agonizantes, que desaparecen cuando las luces se encienden, también se han reportado apariciones de cirujanos confederados.
También muchas personas han visto aparecer y desaparecer manchas de sangre en la ropa de cama de las habitaciones. Charcos de sangre que se pueden ver en el suelo para luego desaparecer rápidamente.
Un huésped informó que cuando se abrió la puerta del ascensor en el segundo piso, del edificio 5, se veía un hospital, no el hotel.
Una historia habla del fantasma de un soldado de la década de 1930 que amaba la música Country y que cambia la emisora de radio que haya puesta en la habitación si no está emitiendo música Country. Esta entidad se aparece a los invitados, haciendo contacto visual antes de desaparecer. Los huéspedes en esta sala han informado de la sensación de ser observados y han sentido puntos fríos.
También hay otra aparición de un soldado, que en una psicofonía dijo: decirle a mi novia Diane, que tengo que irme.
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