DRURY PLAZA HOTEL:

 400 Douglas Avenue, Wichita, Kansas.

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En 1922, este hotel de ocho pisos  (anteriormente conocido como El Broadview Hotel) fue construido sobre las orillas del rio Arkansas por el contratista George Herman Siedhoff, para servir como el hotel más elegante del centro de Wichita.
Entre los visitantes famosos del pasado se encuentran los aviadores Charles Lindbergh y Clyde Cessna y también el conocido Al Capone.

Durante la ley seca, se abrió un bar clandestino en el sótano y durante los tiempos de miedo en la década de 1950, se colocó un refugio antibombas en el sótano.

Tiene muchas entidades espectrales pero el principal es Clarence, un hombre de negociosEn la década de los 30, mientras estaba en el hotel para algún evento, posiblemente celebrando el aniversario de bodas, descubrió que su esposa estaba teniendo una aventura con otro huésped. Se enfureció y mató a tiros a su esposa. Desesperado, volvió a su habitación y se arrojó por el balcón, cayendo ocho pisos hasta su muerte.  
Es el espíritu más activo del hotel, 
Clarence es todo un bromista, ha hecho llamadas desde habitaciones que están vacías o no tienen una conexión. También se ha mostrado a  los médiums en los pasillos, diciendo que está muy feliz de que el hotel sea su hogar para siempre.
En el baño de mujeres las visitantes han escuchado sollozos de hombre provenientes de los cubículos vacíos. También objetos personales como cepillos o pinzas desaparecen de los tocadores para luego ser hallados escondidos de forma inexplicable en otras zonas del baño.
Uno de los incidentes más notorios sucedió en 1950 cuando una mujer reportó que las sábanas de su cama fueron misteriosamente retiradas durante la noche a pesar que las puertas y ventanas estaban cerradas. Y no solo eso: vio claramente la silueta de un cuerpo grande hundiéndose sobre el colchón junto a ella mientras dormía.

El hotel cuenta con un precioso salón de baile de cristal que parece que atrae a los espíritus, porque varias veces la gente ha visto apariciones de la década de 1920 bailando. En los pasillos se oyen sonidos de alas que se agitan, a pesar de que el pasillo está vacío.

El personal de la cocina estaba trabajando y de repente escuchó un fuerte sonido de clic. Era un dispensador de jabón, vacío y que ya no está en uso, y no había nadie cerca para usarlo.

Se dice que al salir de las habitaciones, no es raro encontrar que los muebles habían sido movidos por la habitación. A veces las puertas de algunas habitaciones tiemblan con fuerza, aunque no se puede ver a nadie que lo cause.

Se han escuchado claras voces incorpóreas sin necesidad de grabadoras, y es posible que veas cómo las luces de las habitaciones se encienden y se apagan solas,  también se reportan cambios bruscos de temperatura, electrodomésticos que funcionan solos en ciertas habitaciones y la sensación de ser observados.

Además de estos personajes al parecer también merodea el espíritu juguetón de una pequeña fallecida allí décadas atrás. Los guardias aseguran captar a menudo risas infantiles cerca del restaurante de la azotea en las noches. Pero al acercarse, no encuentran a nadie.
Asimismo, una de las camareras del hotel tuvo un escalofriante encuentro con la niña fantasma cuando trabajaba hasta tarde limpiando mesas después del cierre: Sentí claramente unos leves jalones en mi delantal por detrás. Cuando me giré no había nadie allí, pero las puertas del ascensor frente a mí se estaban cerrando solas, relató la trabajadora.