LA MANSIÓN SUMMERWIND:

Bayside, Land O’ Lakes, Wisconsin, Estados Unidos.

Mansión Summerwind, Robert P. Lamont
La mansión fue erigida como una cabaña o albergue de pesca. En 1916, el futuro Secretario de Comercio de los Estados Unidos, Robert P. Lamont, la adquirió para utilizarla como casa de verano y refugio de las presiones del trabajo en Washington. El plan de Lamont era renovarla y convertirla en una mansión con unas 32 habitaciones. El proceso demoró dos años y significó la reconstrucción del lugar desde cero.

El matrimonio permaneció 15 años, durante los cuales los sirvientes se quejaron constantemente de que la casa estaba embrujada. Lamont no les creyó, sin embargo, una noche de 1930, el matrimonio tuvo un encuentro con una aparición en la cocina mientras comían el postre. La puerta que daba al sótano se abrió por si sola, revelando la figura fantasmagórica de un hombre.

Lamont agarró una pistola que guardaba en un cajón y disparó dos tiros a aquella forma. El fantasma cerró la puerta de golpe, por lo que los proyectiles le atravesaron y quedaron incrustados en ella, y permanecerían allí hasta ser robados años después. La pareja abandonó la mansión inmediatamente y nunca más regresaron.

Entre 1941-1948 la propiedad fue comprada por la familia Keefer, que mantuvo la casa, pero nunca vivieron en ella de forma permanente. Una vez muerto el señor Keefer, su viuda subdividió la tierra y la vendió por partes. Sin embargo, la parcela que contenía la mansión le rebotó a la señora Keefer varias veces luego de que varios compradores sufrieran dificultades económicas y no pudieran abonar los pagos. Los compradores mostraron malestar en el lugar, por lo que permaneció deshabitado.

A mediados de 1969, la familia HinshawArnold y Ginger con sus 6 hijos, se mudó a la mansión. Es a partir de este momento que la mayoría de los sucesos inquietantes tienen lugar. Después de empezar a vivir, reportaron una serie de sucesos extraños: sombras que rondaban por los pasillos, susurros que se detenían cuando entraban a una habitación, inexplicables problemas electromecánicos que se solucionaban por sí solos, ventanas y puertas que se abrían y cerraban solas. También afirmaron haber visto el fantasma de una mujer desconocida de cabello negro que solía aparecer detrás de las puertas en el comedor de la casa.

Arnold tuvo que recurrir a clavar todas las ventanas para mantenerlas cerradas. En una ocasión, Arnold estaba a punto de subirse a su automóvil para conducir al trabajo cuando el vehículo estalló repentinamente en llamas sin explicación alguna.

Después de experimentar dificultades para retener a los trabajadores decidieron renovar la casa ellos mismos.  Arnold removió un cajón de zapatos de un armario empotrado y descubrió un hueco escondido detrás de él. En ese espacio descubrió lo que en un principio se creyeron los restos de un animal. Sin embargo, debido a la estrechez de la entrada, no podía estar seguro de lo que había visto. Más tarde hizo que su hija Mary ingresara en el hueco para ver si aquel esqueleto era de un animal, la niña descubrió un cráneo humano y mechones de pelo negro aún adheridos al mismo. Se dice que la familia eligió no registrar el hallazgo a la policía, dada a la antigüedad del cuerpo. El cadáver aparentemente había desaparecido cuando el padre y el hermano de Ginger investigaron el agujero varios años más tarde.

Arnold comenzó a vagar por la mansión y quedarse toda la noche tocando el órgano de una manera lúgubre y demoníaca, alegando que voces en su cabeza le ordenaban hacerlo. Se quedaba parado en la habitación principal mirando por la ventana durante horas y se volvía cada vez más temperamental. Una noche, el mapache que la familia tenía como mascota desapareció y Arnold quiso obligarlos a buscarlo por el bosque, cuando en realidad él lo había matado. Su esposa estaba a punto de quebrarse, a menudo dormía sola en el bosque y llegó a intentar suicidarse. La locura de Arnold le hizo perder su trabajo y, por ende, los ingresos. La electricidad y el gas fueron cortados, obligando a la familia a acomodarse en la sala de estar y quemar los muebles para calentarse.

Ginger, que había intentado suicidarse varias veces y su esposo, al que le diagnosticaron una enfermedad nerviosa, se separaron, ella se mudó con sus padres. Arnold abandonó la casa al día siguiente y nunca más se supo de él, se cree que fue enviado a un hospital psiquiátrico. La propiedad, una vez más, volvió a manos de la señora KeeferPero no por mucho. Los padres de GingerHenry y Marie Bober, decidieron comprar la casa y planearon convertirla en un restaurante. Ginger les suplicó que no compraran el viejo y molesto lugar, pero se negaron a escuchar. Cuando Henry Bober intentó renovar la casa, sufrió innumerables problemas. Cada vez que intentaron medir las habitaciones, las dimensiones cambiaron drásticamente. Parecía como si estuviera cambiando de forma gradualmente. Después de escuchar voces extrañas y ver apariciones fantasmales, los constructores se negaron a trabajar en la propiedad.

Un día, el Sr. Bober estaba solo en la casa cuando oyó disparos provenientes de la cocina. Bajó corriendo las escaleras y abrió la puerta de la cocina, pero estaba vacía. Olió pólvora en el aire, pero los únicos agujeros de bala que pudo encontrar fueron los que estaban en la puerta del sótano, alojados allí años antes.

El Sr. Bober se vio obligado a vender el edificio. En 1985, la ciudad de Land O' Lakes intentó hacer demoler la mansión. La policía argumentó que era un punto de reunión para jóvenes que robaban y dañaban propiedades cercanas. En 1986 fue adquirida por un grupo de tres inversionistas y más tarde por una familia canadiense. En 1988 la propiedad fue alcanzada por un rayo varias veces, lo que provocó un incendio que destruyó gran parte de la antigua mansión.

En la actualidad, solo quedan las chimeneas, los cimientos y los escalones de piedra de la casa. El mal que acechaba en la mansión finalmente había logrado destruirse a sí mismo.