ESCUELA Y HOSPITAL PENNHURST:

Spring City, entre el condado de Chester y el condado de Montgomery, en Pensilvania.

HOSPITAL PENNHURST
Era una institución para las personas con discapacidades, enfermos mentales y epilépticos. Después de una década de controversia, se cerró el 9 de diciembre de 1987 por la mala atención de los pacientes. La denuncia alegaba que las condiciones en Pennhurst eran insalubres, inhumanas y peligrosas y que utilizaba castigo cruel e ilegal.

Cuando el deterioro comenzó, todo aquel que no podía valerse por sí mismo podía pasar días en sus cunas sin ser atendidos ni alimentados. Los maltratos comenzaron a estar a la orden del día, a muchos pacientes se les colocaba electroshock como un método de curación, si algún interno mordía a otro se le quitaban todos los dientes, no se alimentaban a los pacientes, se les golpeaba y encerraba, inclusive a los niños y adolescentes.

Muchas personas sufrieron todo tipo de vejaciones y humillaciones, e incluso se pudo demostrar que hubo abusos sexuales por parte de algunos miembros del personal sanitario. También se supo que el personal permitía abusos entre los pacientes, sin que hicieran nada por evitarlos.

En 1903, la Legislatura de Pennsylvania autorizó la creación del Pennhurst, ya que el suroeste del estado no tenía ningún centro para acoger a epilépticos, abrió sus puertas en 1908. A los seis años el centro ya contaba con 1.146 personas. La legislación mandó a la mitad de los residentes de los hospitales psiquiátricos y manicomios cercanos a ir a Pennhurst, subiendo la cifra a 2.627 en 1910.

En 1946 había solamente siete médicos para atender a todos los pacientes llegando a los 3.500 en 1955. Para esta época este tipo de instituciones no tenían la función de curar sino de encerrar para aislar a los internos de la sociedad.

En un principio el asilo Pennhurst se llamó “Institución Estatal del Este para los Débiles Mentales y Epilépticos”. La institución contaba con su propio centro de bomberos, almacén, peluquería, una planta generadora de electricidad y fincas que le abastecían de comida, una biblioteca, un estudio de arte, gimnasio y sala de juegos.

Entre las enfermedades que había en Pennhurst, estaba el estrabismo, defectos de visión o de audición, personas mudas o sordo mudas, lenguaje imperfecto, parálisis, epilepsia, ceguera, forma de caminar anormal, comprensión imperfecta, deformidad de la cara, la cabeza, las extremidades,  microcefalia o hidrocefalia y hábitos ofensivos.

Inmigrantes, delincuentes y huérfanos, también acabaron en este hospital. Y este sitio, a donde todo el que no fuera visto como «normal» era enviado, dejó de ser un servicio de rehabilitación para transformarse, poco a poco, en lo más parecido a una cárcel.

En 1968, un corresponsal del NBC 10 local, Bill Baldini, contó las malas condiciones que habían en el hospital, en un reportaje televisivo de cinco partes. El informe incluso llegó a la primera plana de los periódicos. Como si los informes no fueran lo bastante malos, el golpe real lo dio la familia de una paciente, cuando visitaron a su hija y se alarmaron cuando notaron moretones inexplicables en su cuerpo. Fueron a la corte y la corte decidió que la instalación tenía que ser cerrada. Esto sucedió en 1987 y los 1.156 pacientes restantes fueron trasladados a pequeños hogares comunitarios.

A partir de 2010 el edificio fue reabierto parcialmente como la Casa Embrujada Asilo Pennhurst.  Desde 2017, las investigaciones paranormales nocturnas están disponibles en dos edificios: el edificio Mayflower y los túneles subterráneos de los edificios Filadelfia y Devon. El equipo paranormal está disponible, pero también puedes traer el tuyo. 

Algunos visitantes afirman escuchar voces, gritos y murmullos de dolor de antiguos residentes del hospital. Las historias sobre apariciones son muchísimas y aterradoras. Pero, nada es más aterrador que el pasado vivido dentro del antiguo hospital.

No es de extrañar que esta institución, se conozca por la presencia de numerosas almas en pena deambulando por los diferentes recintos del lugar. Hay una habitación, el cuarto de los castigos, en donde los internos eran encerrados con camisas de fuerzas durante varios días sin recibir alimento ni ver la luz del sol, quienes lo visitan aseguran sentirse profundamente mal, tienden a marearse, les falta el aire, el frío se hace presente y finalmente deben retirarse.

A muchos les ha pasado que los celulares y cámaras fotográficas o de video dejan de funcionar. El área donde estaban alojados los niños pequeños o guardería suele ser un recinto cargado de mucha actividad paranormal, aseguran haber escuchado y observado a un pequeño niño llorando y si le llevan un juguete probablemente sientan su presencia con más fuerza.

Aquí se han captado miles de voces psicofónicas, algunas de ellas bastante intimidantes. Otros testigos aseguran que han sido tocados e incluso golpeados por los espíritus de este lugar, los cuales algunos aseguran que también en parte son demoníacos. Los fenómenos que más aparecen aquí son los gritos espeluznantes y voces sin que haya nadie al menos humano para emitirlos.

Y, aparte de los ruidos de portazos, pasos y los sonidos de una persona vomitando, está la caja de música. Esa música parece venir de todas partes, pero nadie ha podido localizar la caja. Aquí también son frecuentes las voces incorpóreas que le dicen a la gente “vete”, “te mato”, “estamos molestos” y “tengo miedo”.

“El Rey” es el apodo de una entidad hostil que se cree que es un hombre de mantenimiento que trabajó durante los años 40 o 50. Se aparece en la sala de calderas, en el sótano del edificio Mayflower. Se manifiesta como una figura de sombra, que puede llegar a tocar o incluso asfixiar a las personas. El humo del cigarro es un olor común cuando aparece y se a escuchado una risa muy siniestra. Algunos incluso dicen que un espíritu femenino está con él en la misma habitación y trata de advertir a la gente, diciéndoles que "corran". 

El edificio Quaker, es un lugar aterrador, la gente ha visto figuras sombras aquí, incluida la aparición de una niña con cabello largo y negro y brazos largos. Las personas han sido empujadas y arañadas, e incluso les arrojaron cosas, las puertas y una mecedora se han movido solas. Se dice que una entidad demoníaca causa las heridas. Dentro del edificio Limerick, la gente ha informado haber visto la aparición de una mujer con un uniforme de enfermera de estilo antiguo.

Otra aparición impactante es la de un antiguo paciente, que todos los testigos describen como a alguien grande, fuerte, calvo y con la cara deformada.