MANSION HILL VIEW:

2801 Ellwood Road, New Castle, Pennsylvania.

Era conocida como The Lawrence County Home for The Aged, también como la casa pobre o la granja pobre, y albergaba a residentes del condado con enfermedades mentales, indigentes, y ancianos que no tenían familia conocida.  

MANSION HILL VIEW
La instalación abrió sus puertas el martes 19 de octubre de 1926. Ese día, Perry D. Snyder y su esposa Mary Alice Snyder, establecieron su casa en la residencia del condado para los ancianos, junto a sus dos hijos, unos 12 miembros del personal y los primeros 20 reclusos.

Un niño se encontraba entre estos primeros  reclusos, aunque el hogar generalmente no aceptaba niños.

En junio de 1944, los funcionarios de asistencia social del condado y los Snyder, fueron acusados de incompetencia en el hogar. A finales de agosto, los Snyder tuvieron tres semanas para desalojar. La racha de Snyder de más de treinta años de servicio a la comunidad había finalizado, y Mantz B. Hogue, el antiguo director del departamento de asistencia social, se hizo cargo de las operaciones en el hogar.

Perry falleció el 14 de Noviembre de 1945, a los 81 años de edad y su esposa Mary Alice, el 3 de Diciembre del 1945, a los 79 años. Ambos están enterrados en el cementerio de Pennsylvania, Oak park.

En la segunda mitad de la década de 1960 se remodeló y se convirtió lentamente en un centro de enfermería especializada, mientras estaba bajo la supervisión del director Clarence E Covert. En 1970, el hogar enfrentaba graves problemas de hacinamiento, y Covert se amargó por la falta de apoyo del condado y renunció en enero de 1973.

En diciembre de 1974, el condado decidió agregar una nueva sección, que ahora se conoce como Ala Norte, y remodelar algunos de los pisos existentes. El ala norte se abrió a mediados de 1977  y fue renombrada como Hill View Manor el 22 de marzo de 1977.

Cerró sus puertas en 2004 debido a restricciones financieras. Hoy en día se hacen tour de fantasmas.

Fueron muchos los casos de suicidios y otras muertes que están documentadas, incluido un médico que se lanzó de la azotea del edificio. Y un hombre de unos 80 años que también saltó, no se tiene muy claro como pudo llegar arriba y saltar el muro, cabe la posibilidad que alguien lo empujara. 

En 1971 un animal escarbando en el jardín trasero desenterró huesos humanos. Se cree que muchos de los que perecieron en las instalaciones están enterrados en tumbas sin nombre en el cementerio ubicado detrás del edificio. Desafortunadamente, no hay forma de saber cuántas personas encontraron su destino mientras residían aquí.

Una de las víctimas más notables en la historia del edificio es la de Eli SaurriEli era un hombre de mediana edad que residía allí, era un alcohólico en recuperación y trabajaba como empleado de mantenimiento. Debido a la estricta política de no consumo de alcohol, decidió obtener su dosis saliendo del edificio para ir a beber. A la mañana siguiente, otros residentes encontraron a Eli tendido por fuera de las puertas, borracho, decidieron llevarlo y dejarlo en la sala de calderas para que se calentara y volviera a estar sobrio. Desafortunadamente, Eli nunca se puso sobrio y falleció probablemente por intoxicación con alcohol o los humos de la caldera y ahora se dice que su espíritu inquieto sigue en el área de la sala de calderas. En esta sala se han oído pasos, a la dueña le han dado un pellizco y le agarraron del brazo.
El área de almacenamiento del sótano contiene muchos objetos que pertenecieron a los residentes, desde equipaje, muebles y artículos personales. Esto puede convertirlos en objetos desencadenantes de fenómenos o anclar a sus propietarios al lugar.

Hay una enorme masa negra conocida con el nombre de Creeper o también siniestro, puede tomar cualquier forma, aunque lo normal es que sea humana, se le ha visto arrastrándose por paredes, suelos y techos. Se cree que pudo ser humano, pero lo que se ve es la forma mas oscura o retorcida de ese espíritu. Le gusta asustar y utiliza el miedo de la gente para hacerse más fuerte.

Perry Snyder, Eli Saurri y Mary Virginia
Mary Virginia, una paciente con parálisis cerebral, llegó cuando era una niña y permaneció hasta el cierre del asilo. Pasó la mayor parte del tiempo poniéndose disfraces y escuchando música, su habitación aún está de manera similar a como la tenía cuando era residente de la mansión. El fantasma de Mary es amigable y responde bien, moviendo los collares que cuelgan sobre su cama, moviendo sus muñecas y tocando débilmente sus canciones favoritas en los dispositivos de grabación de los investigadores.

Otro espíritu infantil, supuestamente llamado "Jeffrey". Se supone que Jeffrey es un niño de 9 años, que vivía en la mansión con su hermano de 11 años, el hermano fue adoptado, pero no hay más información sobre qué pasó con Jeffrey. Dado que no hay un registro real de un nombre para el niño, fue nombrado como Jeffrey porque en un dispositivo dijo que su nombre era ese

Una paciente llamada Amanda, estaba en silla de ruedas, salió a dar de comer a los pájaros y cuando volvió se desorientó y se calló por las escaleras que bajan al sótano y murió. En este lugar se ha visto la aparición de un hombre y se han grabado psicofonías diciendo "iros", "dejarme solo", no le gusta que nadie baje.

En la habitación 101 se grabó una psicofonía diciendo "soy Jim", el antiguo paciente que vivía en esa habitación era Jim Casciato.  

En el segundo piso, en la habitación 211, había una paciente llamada Mary, que era ciega y tenía TOC. Contaba sus pasos hasta el baño para poder ir ella sola.  Se dice que hoy en día, camina alrededor de su habitación y de su habitación al baño y de regreso.

Al final del pasillo estaba Angelo, uno de los residentes más difíciles de manejar. Una fatídica noche, las enfermeras entraron corriendo después de escuchar algunos disturbios y lo encontraron colgando del marco de la puerta del baño. Su muerte se consideró un suicidio, pero no encontraron ni una silla u otro mueble al que subirse. Se dice que pasea por la habitación, golpea las paredes y las puertas, e incluso su sombra ha sido vista de vez en cuando. Supuestamente ha afirmado que no se suicidó y que alguien más fue el responsable.

Joe Miller solía disfrutar de la marca de tabaco Kayak y usaba un andador. Se han visto sombras asomándose desde su habitación y por todo el edificio.

Se dice que John Robinson saltó por la ventana de su habitación, pero no murió de inmediato, sino de camino al hospital. Las grabaciones obtenidas en esta sala afirman que no saltó, sino que lo empujaron por la ventana.

Jimmy vivió aquí casi toda su vida. Tenía un impedimento del habla y finalmente perdió la voz y solía gruñir. Las grabaciones en esta área a menudo producen un sonido de gruñido cuando se revisan. 

En la habitación 128 residía William Boots, pero le llamaban Bill, era un paciente, una anciano gruñón que padecía problemas de corazón. Falleció en su habitación en los años 1998 o 99. Se le ha escuchado en grabaciones y a interactuado con los investigadores. En una ocasión le decía a un investigador que no entrara en la habitación 144, al preguntarle el porqué, se oyó dos  palabras, miedo y muerte. Según una médium en esta habitación se nota una presencia negativa, un hombre violento, lo ve salir de la habitación, cruzar el pasillo y entrar en otra habitación donde agrede a alguien.

Los visitantes han informado de actividades que incluyen voces, pasos, ser tocados, portazos, sombras, ruidos inexplicables o cosas moviéndose por sí mismas. En la capilla en ocasiones hay un olor a velas recién apagadas. En el vestuario de enfermeras, los casilleros se cierran de golpe por sí solos.

Una mujer que trabajaba como enfermera tuvo numerosas experiencias mientras trabajaba. En una ocasión, mientras caminaba del ala este al ala oeste, afirmó que una forma turbia y muy fría la atravesó, le dio un escalofrío increíble. En otras ocasiones, cuando estaba en el segundo piso cerca de la sala de descanso, no era raro que viera lo que parecía ser alguien caminando por el pasillo, pero al revisar, nunca había nadie allí.

Cuando le preguntas a los investigadores que han estado en la mansión, sus experiencias han sido diversas, desde sentir una tensión extrema en una habitación, así como cambios de temperatura notables. Los investigadores se sintieron seguidos en todo momento, como si los estuvieran vigilando. También se olió el perfume y el humo del cigarro que salían de las habitaciones del tercer piso. Los cambios en la presión y el movimiento del aire eran comunes, y algunos investigadores experimentaron que sus oídos se tapaban mientras estaban parados en la misma área.

Hoy en día está abierto al público como casa embrujada para visitas e investigaciones paranormales.