EL TÚNEL DE MERITTON:

El Túnel del Espíritu azul en St. Catharines, Ontario, también llamado túnel Grand Trunk, recibe su nombre porque en muchas de las fotografías tomadas dentro de él, aparecen figuras en forma de niebla con un tono de color azul.

La construcción del túnel se inició en 1870 y sus obras duraron 12 años, por lo que no sería hasta abril de 1882 cuando se inaugurara. Cientos de hombres con picos y palas y los caballos fueron utilizados para la excavación, pues se utilizó para su revestimiento piedra caliza que fue remolcada por carro y por ferrocarril de la mina de Queenston. Durante su construcción y la del canal de los alrededores, 107 personas perdieron la vida. Entre ellos un joven de 14 años que murió aplastado bajo una gran roca, en 1875. 

fantasma azul del TÚNEL DE MERITTON
Sería en 1915 cuando se abandonaría el uso del túnel y quedaría relegado al uso de algunos agricultores para transportar el ganado de un condado a otro.

El 3 de enero de 1903 se produciría lo que llamarían el “Gran Desastre Ferroviario”. En él colisionarían dos trenes que marchaban a todo vapor de frente. Eran las 7:03 de la mañana. El accidente ocurrió en una curva cerrada donde los maquinistas de ambos trenes no podían verse entre sí. Los maquinistas escaparon con sólo fracturas y heridas de menor grado en cara y brazos, pero el carbonero Charles Horning de uno de los trenes murió instantáneamente. Su cuerpo atrapado entre la caldera quedó horriblemente mutilado, tanto es así, que los equipos de rescate que llegaron al lugar del accidente al intentar rescatar el cuerpo se quedaron en las manos con el tronco superior del mismo.

El carbonero del tren contrario Abraham Desult, se estrelló contra la caldera y sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo. Fue llevado enseguida al Hospital General de St. Catharines donde murió cinco horas más tarde.

Todo el que decide acercarse al viejo túnel dice sentir ciertas presencias, incluso algunos dicen haber sentido náuseas en ciertos lugares concretos del mismo. Es fácil escuchar el silbido de los trenes y el murmullo de conversaciones entre sus viejas paredes.